miércoles, 28 de marzo de 2012

Las siete diferencias: un entremés.

En el panorama macro de la cosa social estadounidense, aquel en el que consiste no la lucha particular sino la proyección mediática del proyecto ideológico a nivel extra-nacional, el caso de Trayvor Martin parece rebobinar las infulas de país redentor (imperialista) que, solapadamente, proponía la campaña masturbatoria de Kony 2012.

Me pregunto si el representante demócrata de Illinois, Bobby Bush, hubiese tenido que desplomarse à la James Stewart para evitar que lo expulsarán de Cámara de Reresentantes.




miércoles, 21 de marzo de 2012

El problema de la crítica cinematográfica en Puerto Rico


Palabras leídas en la Participación de CINECERO en la 2da Feria del Libro Eugenio María De Hostos en la ciudad de Mayagüez PR, 8 de marzo del 2012.

El oficio de la crítica de cine responde y requiere un reto: el de borrar esa línea fina entre el gusto y el criterio, que muchas veces se confunden. En Puerto Rico, el reto es doble ya que no existe como tal un organismo académico que se dedique al cine como materia principal. Sí existen en las facultades de comunicaciones de nuestras universidades cursos como teoría y crítica cinematográfica- que hasta hace dos años por ejemplo era un requisito para los estudiantes del bachillerato de comunicación audiovisual en la Escuela de Comunicaciones de la UPR, recinto de Río Piedras, pero que ahora es tan solo una electiva- aunque estos cursos son de reciente aparición en diversos currículos y no se ofrecen con la regularidad que deberían de ofrecerse. Así que al estudiante de comunicaciones o el que esté interesado en el cine no se le enseña a como “ leer” y auscultar cinematográficamente un filme. Los códigos no son los mismos y en este país suele confundirse la crítica seria con el gusto personal. Todavía domina el “ me gustó” o “ no me gustó” en las discusiones acerca de cualquier trabajo estético/creativo. Y el que a alguien le guste o no algo no es símbolo de que algo sea de buena calidad o de mala calidad, es cuestión de criterio. Por eso digo que es un reto, no es fácil separar dos conceptos que claramente se confunden. La idea a la que aspiramos como espacio serio de crítica cinematográfica es a la de un examen crítico que tome en cuenta los valores estéticos, de forma, contenido, substancia y alcance social y cinematográfico.

Al plantearnos el proyecto de Cinecero de una manera seria y consistente nos topamos con un precedente importante. En Puerto Rico, como bien sabemos, no hay una tradición fija de crítica seria cinematográfica. El desparecido periódico El Mundo ostentó durante mucho tiempo a Luis Trelles– reconocido profesor de cine y comunicaciones– como su crítico fijo en los años 70, década en la que se puede pensar como un comienzo formal de la crítica y discusión del cine visto en Puerto Rico en los medios públicos. El semanario Claridad también se ha distinguido por constantemente publicar seria crítica de cine, desde que comenzó su sección de cine allá para los años 70, liderada por el cineasta y teatrero Mario Vissepo. Destacados nombres pasaron por esas páginas desde Kalman Barsy, Edgar Soberon Torchía, Armindo Núñez Miranda, Kino García y claro María Cristina Rodríguez que está al frente de esta sección del semanario desde 1979. Yo pude pulirme como escritor fijo de dicha sección, la que compartí con María Cristina del 2002 al 2005, y he seguido como colaborador ocasional desde entonces. Periódicos como El Vocero y El Nuevo Día tomaron nota y también empezaron a invitar destacados colaboradores y escritores sobre cine como Pedro Zervigon, pero el enfoque crítico de esos periódicos en lo que respecta a la crítica de cine es uno que por lo general es muy limitante y errado.

Lo que distingue a la crítica de cine que aparece en Claridad de la que aparece en el resto de los periódicos “oficiales” del país es que al ésta ser una publicación sin fines comerciales, está comprometida con realmente revisar el cine de forma crítica y considerarlo como un medio artístico importante, no tan solo material de rápido consumo.

En los diarios principales del país, El Nuevo Día, Primera Hora y El Vocero se publica crítica de cine todos los jueves, que es el día de estreno de películas en las salas de cine comerciales en Puerto Rico. Rara vez en dichos periódicos puedes encontrar crítica de cine seria, casi siempre se encuentra supeditada al hecho de tener que vender una película como producto. Si realmente estás criticando un desastre- como digamos el 80 % del cine que se ve en Puerto Rico durante todo el año- tienes que hacer concesiones y esconder como puedas dicho hecho, porque si se trata de una película con futuro comercial obviamente no puede tronchársele su posible éxito. Eso claro está, no cuenta con las películas que se presentan en los cines “Fine Arts” y que generalmente no son consideradas como filmes que haya que proteger su carrera comercial, sin hablar del extraño concepto que se tiene en Puerto Rico de lo que es cine de arte ya que muchas de esas películas exhibidas en Fine Arts no representan el mejor cine hecho a nivel mundial. Pero eso es tema de otra discusión. 

Durante los años 90 y mucha de la década pasada, el ya mencionado Luis Trelles se encargaba de reseñar las películas de Fine Arts Cinema y el crítico regular las películas de las salas “comerciales”. Incluso para la década de los 90 era costumbre ver las críticas más extensas de Trelles en la revista dominical del periódico, esas sí las privilegiaban con el hecho de que podían ser algo más “críticas”. Los dos críticos oficiales de El Nuevo Día en los pasados años, José “Gugo” Umpierre durante los 90 y Juanma Fernández-Paris en la pasada década han tenido que debatirse entre tener una voz crítica propia y enfrentar las demandas que requieren escribir para un periódico comercial. Lo mismo puede decirse del periódico Primera Hora, que en años recientes sin embargo ha expandido su oferta cinematográfica con el blog Sin Subtítulos, en el que sí se le presta atención a todo tipo de cine.

Esto sin hablar de que muchas veces, muchas películas no son ni siquiera revisadas propiamente, sino más bien reseñadas a veces incluso copiando descaradamente los “press kits” que le dan a los que escriben en los periódicos. Esta práctica ahorra tiempo al escritor, que muchas veces ni es crítico de cine y atrae al espectador hacia la película, ya que siempre los" press kits "están persuasivamente diseñados para atraer al espectador hacia el filme.

Queda de los medios independientes o no afiliados a ningún fin o empresa comercial la responsabilidad de comentar de forma imparcial el cine que vemos. Además de Claridad, el periódico de la UPR, Diálogo, también incluye una sección de cine libre de ataduras comerciales y la reciente aparición de medios electrónicos como las revistas electrónicas 80 Grados y Cruce, páginas como Puerto Rico Indie, el ya mencionado Blog Sin Subtítulos y el del grupos como Cinemovida, el ya extinto Séptimo Arte o el nuestro propio Cinecero, ha hecho que por fin se le de en nuestro país- o más bien se le comience a dar- una alternativa y una invitación al espectador a que sea ente activo y no solo pasivo a la hora de disfrutar una buena película y querer comentarla y saber más sobre ella.

Pasado y Futuro del Blog Cinecero

Palabras leídas en la participación de CINECERO en la 2da Feria del Libro Eugenio María De Hostos en la ciudad de Mayagüez PR, 8 de marzo del 2012.


Cinecero se creó entre los meses de agosto y septiembre del 2008, el detonante fue, claro está, una de esas obras cinematográficas que dividen gustos y opiniones, The Fall, del controversial cineasta estadounidense Tarsem Singh. El primer "post" data del 15 de octubre del 2008 y fueron 4 escritos dedicados a esa discusión. Hasta ese entonces nuestras discusiones cinematográficas se habían mantenido al margen de nuestros encuentros sociales y discusiones entre nosotros. Yo había tenido la oportunidad de ejercer como crítico cinematográfico en el semanario Claridad del 2002 al 2010 y en Diálogo del 2005 al 2007 pero quizás era el único que había tenido la experiencia de escribir críticamente sobre cine en un medio público.
Cuando formamos el blog lo hicimos más que nada como ejercicio de compartir entre nosotros tanto nuestros escritos como información que nos interesaba en torno al arte y quehacer cinéfilo. Creo que ni siquiera habíamos pensado en que el blog podría tener una trascendencia hacia convertirse en algo más grande. De hecho, en su semestre de fundación fue cuando más publicamos e hicimos uso del blog hasta comienzos del 2011. Luego razones personales de cada uno hicieron que lo abandonáramos un poco, hasta percatarnos–  a comienzos de 2011– que el blog era seguido por mucha gente y utilizado como herramienta de búsqueda y consulta acerca de cine.

Ahí decidimos ponernos las pilas y replantearnos el blog como un proyecto más serio y formal de lo que creo nos hubiésemos podido imaginar. Asignamos los miércoles como día de publicación y la responsabilidad de al menos generar 1 escrito al mes. El núcleo hasta ese entonces se había compuesto de Enrique González, Rojo Robles, Enrique Medrano, Charlie Rivera y Chemi González, todos nosotros amigos y entusiastas cinéfilos desde nuestros días en la UPR de Río Piedras. Al fundar el blog, ya los dos Enrique vivían fuera de la isla y en el transcurso del tiempo Rojo se mudó para NY. Quedamos Charlie y yo en suelo patrio y ellos colaborando desde NY, Austin y Madrid. Decidimos que con nuestra "expansión" también invitaríamos a otros colaboradores cinéfilos que aceptaran nuestra invitación a colaborar y así se nos unieron Sofia Gallisá, Azahara Palomeque, Alejandra Zambrano, Rodrigo Lopes de Barros y Francis Watlington. Así que actualmente somos 10 colaboradores procedentes de Puerto Rico, España y Brasil, lo que nos ha hecho un Blog internacional, también nuestros lectores ya abarcan muchos más rincones del mundo hispano.

En el proceso formamos alianza con la revista electrónica 80 Grados, donde se reproducen muchos de nuestros escritos. También comenzamos a ser invitados a cubrir eventos cinematográficos tales como la Muestra de Global Lens, el Festival Internacional de Cine de San Juan en Puerto Rico y el festival de cine polaco en Austin. Comenzamos también a expandirnos no solo a escribir, también a realizar entrevistas con varios cineastas.

En su contenido, hemos cubierto temas diversos que abarcan desde el cinema novo brasileño, ensayos monotemáticos sobre diversos cineastas, películas de actualidad, retrospectiva y festivales, cine de Hollywood, cine experimental, en fin, un abanico de temas propulsado, claro está, por las diversas experiencias que como cinéfilos tenemos todos los colaboradores.
Ahora bien, el futuro de CINECERO se ve prometedor. Por suerte en el blog los 10 participantes activos con los que ahora contamos no somos tan solo entes pasivos en el mundo del cine. Rojo, Sofía, Charlie, Enrique Medrano y yo hemos realizado cortometrajes y proyectos audiovisuales, Enrique, Rojo, Charlie y yo hemos realizado y curado diversas muestras de cine y ciclos en Puerto Rico que ahora esperamos, se puedan expandir, además de trabajo comunitario en torno al cine como medio de desarrollo social en nuestra isla. Alejandra Zambrano también está al frente de un proyecto importante “La Poderosa Media Project” que busca que comunidades en Latinoamérica se familiaricen con el lenguaje cinematográfico y la producción de cortometrajes. Así que esperamos que Cinecero como proyecto común pueda ser una plataforma, un “sello” para realizar diversas actividades que puedan expandir nuestro alcance. O por decirlo de otra manera, que podamos ir “de la palabra a la acción”. Esto es que bajo el logo de Cinecero podamos ofrecer talleres sobre apreciación, producción de cine o escritura cinematográfica, crítica cinematográfica, charlas, ciclos de cine temáticos, muestras de cortometrajes y proyectos de difícil acceso en salas comerciales. Nos gustaría compartir nuestro entusiasmo de la misma manera que lo hacemos en nuestros escritos para que a quien le interese sepa que cuenta con un grupo de cinéfilos extremos dispuestos a “meter caña” como se dice por ahí. Obviamente estos objetivos incluyen tanto a  Puerto Rico, como en los diferentes lugares en que estamos físicamente localizados.
En términos del “blog” nos encantaría poder atraer a nuevos escritores para expandir nuestro banco de colaboradores. Por ahora solamente publicamos los miércoles, pero hemos discutido la posibilidad de añadir otro día de publicación, para poder acceder a más temas y propuestas. De más esta decir que cualquiera que tenga interés en ser nuestro colaborador solo tiene que contactarnos y enviarnos algún escrito. Nuestra idea es que podamos tener suficientes colaboradores para poder expandir nuestras secciones, hacer bloques temáticos mensuales o semanales acerca de géneros, directores o países, expandir nuestra sección de entrevistas y fortalecer nuestras alianzas con festivales, muestras de cine, organizaciones y grupos que fomenten el cine tanto como herramienta educativa, académica o de entretenimiento, etc. Ya hemos hablado de nuestra alianza con la revista electrónica 80 Grados y nos gustaría que nuestros artículos puedan seguir reproduciéndose en otras páginas de la red cibernética y porque no, también en la prensa escrita. Eventualmente también nos gustaría poder desarrollar una publicación impresa que sirva como antología de nuestros mejores escritos.
La producción es quizás la más utópica de nuestras metas futuras. Que nuestro logo y presencia como grupo nos pueda llevar bajo nuestro nombre a producir nuestros propios proyectos y ayudar a otros entusiastas a que los encaminen. Como ven son metas a la misma vez arriesgadas y sencillas, utópicas pero posibles. Porque así mismo es el cine.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Las cuitas y las curas del cinéfilo en Puerto Rico


¿Cómo experimenta el cinéfilo promedio el cine en Puerto Rico?

Antes de sugerir cualquier respuesta, merece la pena dedicar algunos pensamientos sobre ese benévolo junky llamado cinéfilo. En el sentido estricto, el término “cinéfilo” no denota predilección alguna sobre un tipo ni género de cine en particular. Es simple y sencillamente alguien aficionado al cine. Si bien tradicionalmente se le ha vinculado con obras mucho más “highbrow”, cabe aclarar que la cinefilia no reserva su devoción al supuesto “cine de arte”. La cinefilia es una pasión que se manifiesta de diferentes maneras. Por un lado, el ala más literaria de la cuestión se entrega, entre otras cosas, al desmenuzamiento narrativo y a la contextualización histórica; mientras que otra rama tiende a abrazar más las proezas técnicas del susodicho arte. Estas alternativas de interés, claro está, no se excluyen, en el mejor de los casos – y como suele pasar – se complementan.

Aquello que a falta de mejor término llamamos cinéfilo se distingue del espectador promedio, sobre todo, en el tipo de relación/compromiso que siente con su objeto de estudio. En tanto el espectador promedio ve en el cine un accesorio a la realidad que vive –otra alternativa de ocio, un ligero escape –, el cinéfilo, conciente o inconcientemente, hace del cine parte integral de su realidad. Y no significa esto que se llegue al extremo de difuminar la línea divisoria entre un fenómeno y otro. Más bien se trata de reconocer que el cine no tan sólo ofrece una plataforma para poner en perspectiva diversos escenarios de la realidad, si no que ya incluso el cine dictamina ciertos escenarios reales y hasta nuestra manera de codificar o percibir éstos. Dicho de otra manera, a estas alturas, tanto el cine nos ayuda a aprehender el mundo así como el mundo nos ayuda a entender el cine.[i]

Como resultado de lo comentado, ocurre que, luego de salir del cine, confrontado con una pregunta tan inocua en la superficie como “¿Qué te pareció?”, el cinéfilo promedio no puede evitar a veces arrastrar al individuo menos interesado a través de los circunloquios más miserables o de los monólogos más interminables. Y muchas veces para concluir al final: “Pues, como te dije antes” – o sea hace dos horas – “no me mató, pero tiene cosas interesantes”.

Ahora bien de vuelta a la pregunta inicial: tomando en consideración que el encuentro del cinéfilo no es sino una entrega absoluta, de participación directa con su objeto de veneración o de irreverencia – pues también nos encanta pulverizar las películas y a los directores que no sean de nuestro agrado –: ¿Qué espacios tiene disponible actualmente el cinéfilo promedio para experimentar el cine en Puerto Rico? El boceto que ofrezco a continuación no aspira al análisis exhaustivo de las inquietudes que sugiero aquí. En cualquier caso, la mirada está limitada a un marco de referencia bastante sanjuanero; es decir, una mirada desde y hacia la metrópolis, pues es el caso que más de cerca conozco.

Ciertamente la lista de espacios disponibles más frecuentados para saciar la cinefilia continuará siendo encabezada por las salas de cine por mucho tiempo. Es el lugar donde todo comenzó; donde queda en evidencia la experiencia colectiva del cine, en su máxima expresión. No obstante cuando de salas de cine se habla, salvo en un puñado de teatros, más del 90% de las ocasiones seguramente nos referimos a alguna sucursal de la cadena Caribbean Cinemas. Dicha organización cuenta con más de 30 de teatros y alrededor de 257 pantallas en la Isla, según indica el portal de internet. De las 257, 12 son las pantallas supuestamente dedicadas al cine independiente y/o extranjero, bajo el nada presuntuoso nombre de Fine Arts (inaugurado en 1986). Curiosamente con la reciente reapertura/remodelación del teatro Fine Arts ubicado en Miramar, el portal de Caribbean Cinemas- cuyo idioma oficial no se sabe nunca si es inglés o español- reafirmaba su "compromiso cultural". Si se accede la pestaña de "información" -o mejor dicho "information"-, y luego se presiona en la opción Fine Arts se leerá el siguiente comentario: "Today, we continue our commitment to exhibit foreign and independent films of importance that have social, artistic and cultural relevance."
Claro, para el cinéfilo promedio, inevitablemente supeditado al poder de decisión y distributivo de una compañía cuyo compromiso cultural resulta tan auténtico como el compromiso que pueda tener el Banco Popular para con el pueblo, las circunstancias no retratan un panorama muy alentador. Pues, en última instancia, ¿dónde radica el compromiso cultural de Caribbean Cinemas? Precisamente en donde la misma cadena entienda que la “cultura” no pierda rentabilidad. Y la relevancia social, a la cual alude la cita antes comentada, queda relegada a la población que pueda remunerar en la taquilla. Tomando en consideración la situación ocurrida hace algún tiempo, en la cual los coordinadores de Fine Arts de Hato Rey idearon la maravillosa idea de mantener en cartelera al filme Elsa y Fred (2005) por más de un año, y restarle así un espacio menos a otra película más, parecería que la lógica, siguiendo nuevamente la fórmula propuesta por la cita antes leída, es: menos diversidad, más cultura. Y como cinéfilo confeso, confieso, que no me parece muy lógico.

Ante el limitado acceso a ese “otro” tipo de cine, que se destaque más allá del usual romance enlatado, una de las alternativas que ha permitido incluso el rescate y la circulación de filmes que de otra manera continuarían, para efectos prácticos, inexistentes, es ciertamente la red. La red, en este sentido, se ha mostrado como el remanso ideal para el cinéfilo craso. Aunque con niveles de legalidad oscilantes, esta herramienta a logrado desempolvar incluso obras maestras que no han encontrado ni siquiera representación en formato DVD (por no mencionar el Blue-Ray). Ya estandarizados también existen los servicios de “streaming” como Netflix y Hulu que poco a poco han mejorado su oferta. Mientras de Netflix ha reforzado su canal de documentales, la versión optimizada de Hulu ofrece acceso inmediato a sobre cien títulos de la colección Criterion, muy deseable para cualquier amante del cine. Siempre existe el o la que se queja de todo lo que aún falta en estas respectivas colecciones, pero bueno…

Aunque muy prácticos y convenientes, pues con el sólo pulsar de una tecla – voilà – ya puede uno sumergirse en una historia nueva o revivir una ya antes vista, hay que subrayar que ninguna de estas vías de consumir cine sustituyen en lo absoluto la interacción que provoca el cine en su carácter colectivo. En esto, cabe señalar, el blog cumple hasta cierto punto la función de perpetuar y provocar el compartir intrínseco a la experiencia cinéfila del cine.

A pesar del panorama desalentador para el cinéfilo promedio, el mismo acceso que ha permitido la red en tiempos recientes, conjugado con la facilidad que permite la tecnología tanto para la producción como para la proyección de un filme, ha permitido el resurgimiento del cine como acto colectivo, en pequeñas pero contundentes esferas. Cual células terroristas – pues parece que cualquier cosa que incite el pensamiento crítico, como lo puede hacer un buen filme, se puede considerar un acto terrorista en este país –, poco a poco se han ido levantando iniciativas y/o espacios independientes que permiten la muestra de material que nunca alcanzaría nuestras salas de cine o de material de archivo que no prefiguran los intereses de quienes ostentan el control de la distribución.

Espacios santurcinos tan diversos como Abracadabra, El Local, o ya más oficialmente, el Museo de Arte de Puerto Rico y el Museo de Arte Contemporáneo; así como festivales o iniciativas independientes como El Departamento de la Comida o Cinema Paradiso en la Loiza; por no olvidar otros espacios riopedrenses como La Sala Beckett; o en fin, cualquiera que tenga una pantalla o una pared ya tiene el poder de hacerle frente al marullo… Seguimos.


[i] Durante los meses de octubre y noviembre de 2001 se informó de diversas reuniones entre guionistas y escritores de Hollywood con el Pentágono cuyo fin era imaginar posibles escenarios para imaginar ataques terroristas y como contraatacarlos. A ese nivel ha llegado el cine a trastocar la realidad y viceversa.

domingo, 11 de marzo de 2012

El panel de Cinecero en la Feria del libro Eugenio María de Hostos

Compartimos algunas fotos de nuestra participación en la Feria del libro Eugenio María de Hostos en Mayaguez, Puerto Rico. Para ampliar el dialogo las próximas semanas estaremos subiendo los escritos de la Feria.

Jueves 8 de marzo de 2012
El panel



Chemi González



Charlie Rivera




Sofía Gallisá



Rojo Robles


jueves, 8 de marzo de 2012

Cinecero en la Feria del Libro de Mayaguez


Hoy Cinecero estará presentando un panel en la 2da Feria del Libro Eugenio María De Hostos en Mayaguez, Puerto Rico, estadio Isidoro García, tercer piso a las 2 pm.

Presentaremos el blog y trataremos temas acerca del cine en Puerto Rico, Nueva York y sobre los espacios alternos de creación, crítica, distribución y proyección.

Deponiendo estarán: Chemi González, Rojo Robles, Sofia Gallisá Muriente y Charlie Rivera.

Iremos subiendo al blog las ponencias que presentaremos, además de fotos del evento.