miércoles, 19 de febrero de 2014

7 RAZONES PARA VER “TRUE DETECTIVE”




No es cosa nueva en esta época, el encontrar en la televisión propuestas mucho más interesantes que en la pantalla grande. Esto ha pasado con muchas series. Por mencionar algunas, están las ultra conocidas: Breaking Bad, Homeland, Hanibal, Sopranos, Juego de Tronos… etc, etc.
Admito casi con pena, que me gustan. Me parecen comparables con cualquier película. Tienen esa cualidad cinematográfica tan difícil de explicar que tanto adoro. Pero la verdad, me joden muchoooooo. Odio quedarme enganchado a ellas, sobre todo después de la decepción de fuckin´ Homeland, y de estar hasta los huevos de Walte White.
Siento que las series me quita el tiempo de ver una película. La culpabilidad del cineasta, dice la gente. Podria verse a una serie como un matrimonio, un pacto sacro que te obliga a llegar al final hasta que la muerte nos separe. En cambio una peli es un affair, un amor de verano, una chispa que siempre te va a dejar en la boca el sabor inmortal de un incendio que lo arrasó todo. Uy que poético. Habiendo dicho todas estas barbaridades, voy a hablar de una serie que me gusta mucho: True Detective.

LA HISTORIA, LA IDEA DE LA SERIE:
True Detective abarca 17 años en la vida de dos detectives Hart (Harrelson) y Rust (McConaughey), quienes en 1995 comenzaron una investigación sobre el extraño crimen de una prostituta en Louisiana, que fue encontrada con una cornamenta de ciervo en la cabeza (casi una macabra broma de un hipster). La narración de la historia comienza en el 2012 cuando ambos personajes, ahora ex detectives, son interrogados por otros dos policías sobre el crimen de esa prostituta, y otras mujeres de la región durante la década de los 90. A través de las preguntas y los testimonios de Hart y Rust, se reconstruye el caso que ambos investigaron, así como el pasado de ambos personajes.
La idea de la serie es que cada temporada gire en torno a nuevos personajes, nuevos casos. Es decir, que con cada temporada se producirá una renovación de la misma. En lo personal, esto lo agradezco mucho, en el sentido de que podría abandonar la serie fácilmente, no como con Homeland y Breaking Bad, en los cuales a pesar de ya estar hasta los huevos de los personajes, solamente por el hecho de querer contestar a la pregunta “qué pasara?”, seguía enganchándome temporada tras temporada. En fin, con True detectives puedo ver el primer Season y ya está, se corta por lo sano. Esto me encanta! Es casi un affair.

LA DUPLA: NIC PIZZOLATTO – CARY FUKUNAGA:
Es un junte extraño este ente Pizzolatto y Fukunaga. Ambos son conocidos pero no pertenecen a los grandes nombres del mundillo de las series. Pizzolatto, el guionista de la serie, es un joven novelista norteamericano, conocido en el mundo audiovisual por haber escrito algún episodio de otra serie, The killing. Realmente, éste es más conocido por su trabajo literario (muy inclinado a la novela negra). Por otro lado, Fukunaga es un talentoso director joven de California. Entre sus trabajos más conocidos están: Sin Nombre y Jane Eyre. Estos dos trabajos son prueba de su amplio registro de trabajo. Creo que por eso sería difícil encasillarlo.
Se podría decir entonces que con True Detective estamos ante un trabajo que mezcla perfectamente, la construcción narrativa de la trama y de los personajes, propia de la literatura, con las propiedades intrínsecas de la construcción del hecho cinematográfico, del cine. Todo esto envuelto por una calidad estética muy notable, con una complejidad en los personajes que los hace sobre todo humanos. Y esto es lo que engancha en la serie. No hay una gran trama pero sí grandes personajes.  
  
LA CABECERA DE LA SERIE:

La cabecera en sí es una obra de arte. Las imágenes  son sugerentes, oscuras y ominosas, y  se elevan con la canción Far From Any Road de The handsome Family. Esta sencuencia te sumergen en un ambiente oprimente y macabro. Cumple perfectamente con su propósito de meter al espectador inmediatamente en su mundo tétrico. No creo que haya otra melodía que pueda darle tantas alas a la imagen de este comienzo. Es una melodía sencilla, muy folk, que se suspende sobre una voz lejana que dice:

“Her looming shadow grows/Hidden in the branches of the poison creosote/She twines her spines up slowly/Towards the boiling sun/And when I touched her skin/My fingers ran the blood”

RUSTIN “RUST” COHLE (MATTHEW McCONAUGHEY):


Por muchos años subestimé a Matthew McConaughey. Nos tenía acostumbrados a sus papeles en películas como Sahara, The Wedding Planner, How to Lose a Guy in 10 Days, en fin, todas esas mierdas. Muchos dirán que él pudo haberse vuelto más selectivo en sus papeles con Mud o Paperboy o Killer Joe, pero en mi caso, mi visión sobre McConaghey cambió a partir de Tropic Thunder. Era un personaje corto, como el de The Wolf of Wallstreet, con el que brilló como brillan los grandes actores.
Aquí en True Detective, construye un personaje ateo, muy cerebral, que sufrió la pérdida de su hija cuando trabajaba en Texas. Él usa su raciocinio, sus ideas filosóficas, para oculta su lado más humano, quizá porque es en éste donde habita el dolor de la muerte de su hija. Por lo tanto, es en este mismo acto de evitar, de no mencionarlo, en donde se vislumbra la humanidad de este personaje: un hombre que evita sentir su propio dolor porque lo trae de vuelta a la realidad y lo expulsan de su mundo de ideas. En esta situación, el trabajo se vuelve una obsesión, obsesión con la que colma su propia soledad, su vacío. La habilidad de McConaughey para construir este personaje pesimista, enfermo del existencialismo más feroz, es magistral, sobre todo porque en todo momento, irradia verdad. Es decir, se transforma en su propio personaje.

MARTÍN HART (WOODY HARRELSON):

Por otro lado, Woody Harrelson lleva a cabo un personaje que en apariencia se muestra más humano que el de McConaughey. A pesar de ser un hombre de familia, un hombre cristiano, Hart es un hombre que sigue sin obstáculos sus impulsos más primitivos y sexuales. Todo lo contrario a Rust. Se encuentra entre el amor de dos mujeres: su mujer Maggie (Michelle Monagham) y su amante Lisa (Alexandra Daddario). Ambas mujeres lo desequilibran y lo único que parece devolverle el balance y centrarlo es su trabajo, la investigación del asesinato de la prostituta. A pesar de esta función que posee su trabajo, éste mismo lo aturde, lo afecta en su vida personal; lo hace tener una relación distante y tensa con su mujer, por lo que a la larga termina buscando a su amante para que ella le de lo que Maggie carece. Es así como Hart termina cayendo en un loop del que parece no poder salir. Harrelson construye cómodamente este personaje, muy cercano a otros que ha realizado en el pasado, pero lo hace a partir de sus debilidades humanas y del choque constante con Rust.  

EL PLANO SECUENCIA DEL CÁPITULO 4:
Este plano secuencia lo tiene todo! Todos los valores de plano posibles, ritmo, movimiento y  quietud. Está hecho así para incrementar la tensión e intensidad de este momento en el capitulo. Hay que verlo.

EL PASO DEL TIEMPO:
El paso del tiempo es un elemento muy llamativo en esta serie. Si pensá
ramos la historia de manera cronológicamente quizá la imagen pueda ser más clara. Tanto Hart como Rust llegan a ese punto de inició de todo en 1995 ya cargados de un pasado que lo ha marcado. Rust intentó contruir una familia pero está se destruyó con la muerte de su hija. Por otro lado, Hart tiene una familia que en apariencia está bien, pero cuya realidad es otra. Las cosas no funcionan y nunca funcionaron con sus suegros y las cosas con Maggie no van bien.
Ahora, lancémonos al 2012. Han pasado 17 años desde la investigación. Ninguno de los dos sigue siendo policía, tampoco son amigos, y no es que antes hayan sido tan amigos. Ambos personajes son hombres a los que les ha dado una buena paliza el tiempo. Es cierto que el tiempo pasa por todos nosotros, nos cambia, pero en esta serie es muy interesante ver por cuales rutas se dirigieron sus vidas después de aquella investigación; ver los cambios en sus caras, en sus maneras de actuar, de ver la vida. Hart está más calvo, evidentemente su matrimonio no sobrevivió sus errores, pero a pesar de esto, parece haber ganado algo de sabiduría, y no luce del todo mal, hasta ha ganado algo de elegancia. En cambio Rust es todo lo contrario. Más que un ex policía parece un camionero retirado que todo lo que hace es beber six-packs de cervezas. Su discurso existencialista sobre la vida sigue allí, pero ahora se urde a través del cinismo más acido. Ambos personajes han cambiado, y es evidente que en ese cambio se encuentra la marca de aquel momento que los unió, aquel asesinato en el que unos cuernos de ciervo coronaban la cabeza de una prostituta.   


1 comentario:

Ale dijo...

Toda la primera temporada de True Detectuve me dejo impactada y queriendo más, siempre me quede pegada a mi tele y ahora con la segunda temporada de True Detective 2 y con los avances de los trailers estoy en shock, se viene una temporada muy interesante